Cuando sea el momento de cocinar las verduras, no las blanquee. Este paso, dejar caer los alimentos en agua hirviendo y luego sumergirlos inmediatamente en un baño de hielo, a menudo es innecesario. Muchas recetas lo requieren antes de saltear, pero esto conlleva dos problemas. Uno, hace que las verduras sean fáciles de cocinar demasiado. Y dos, ¡hay otra olla que limpiar!
Las verduras se ven y saben mejor cuando están ligeramente crujientes. En el caso de las zanahorias y las judías verdes, lo único que tienes que hacer es echarlas en una sartén caliente con aceite de oliva, sazonar con sal y tapar con una tapa. El salteado se reducirá lentamente a un suave murmullo. Las zanahorias y las judías verdes no se queman. En cambio, liberarán sus propios jugos y se cocinarán perfectamente.
Las almendras en rodajas son el maridaje tradicional de esta receta. Pero los garbanzos de romero agregan más sabor y más crujiente.
Zanahorias y judías verdes con garbanzos al romero
Para 4 porciones como guarnición
Ingredientes
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
2 dientes de ajo enteros, pelados
6 oz de zanahorias, en juliana
6 oz de ejotes
Sal al gusto
2 cucharadas de perejil picado
2 cucharadas de garbanzos al romero, triturados
Calentar el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Agregue el ajo y cocine hasta que esté dorado, aproximadamente tres minutos. Agrega las zanahorias y las judías verdes. Sazone con sal y cubra con una tapa. Cocine por unos 5 minutos, o hasta que las zanahorias y las judías verdes hayan soltado su jugo pero aún conserven su forma. Agrega el perejil y los garbanzos, revuelve y sirve tibio.